La cláusula suelo ha sido impuesta a un alto porcentaje de clientes sin haber sido informados debidamente y con la total transparencia por su entidad financiera a la hora de firmar el préstamo hipotecario. Las entidades financieras están obligadas a informar con la máxima diligencia de las cláusulas que integran la hipoteca, de sus riesgos y más cuando se trata de clientes consumidores sin ningún tipo de conocimiento financiero. Además, están obligadas a informar en un lenguaje sencillo y que el cliente pueda entender.